top of page

Supervisiones

¿Qué es la Supervisión?

La supervisión es uno de los cuatro pilares que sustentan la práctica de cualquier profesional de la relación de ayuda ; los otros tres son: ​

· La terapia personal, sea cual sea el camino de evolución elegido.

· La formación continua con el fin de enriquecer y fortalecer los conocimientos teórico-clínicos.

· La práctica profesional necesaria para la adquisición de experiencia.

 

La supervisión permite a cualquier profesional preocupado por la calidad de su práctica, sea cual sea su nivel de experiencia, tenga o no dificultades, comprender los entresijos de sus intervenciones, pero también mantener su postura y sus habilidades en un marco adecuado, o incluso redirigirlos cuando sea necesario.

 

La supervisión no es un lujo.

Ofrece un espacio-tiempo reflexivo en todas las acepciones de este término: ​

· Reflexivo en el sentido especular de la palabra en la medida en que la supervisión ofrece una perspectiva que nos permite “vernos a nosotros mismos”.

· Reflexivo también, en el sentido de que esta perspectiva permite pensar en los diferentes aspectos de la práctica.

 

En cualquier caso, la supervisión es un lugar de intercambio necesario para cualquier práctica que pretenda ser ética en la medida en que evita los posibles escollos. El compromiso con la supervisión es un factor clave en el desarrollo del profesional.

Además, y para evitar muchos escollos, conviene especificar qué no es supervisión:

· No es un espacio donde nos juzgamos (a nosotros mismos). Por tanto, no se trata de evaluar las competencias profesionales, ya sean propias o ajenas. ​

· Al ser parte de un espacio que pretende facilitar el cuestionamiento constructivo, la supervisión no es un espacio propicio para el asesoramiento.

· Tampoco es una actividad terapéutica, ya sea individual o colectiva.

 

Si es cierto que la experiencia de supervisión tiene innegables repercusiones personales, lo es sólo indirectamente, ya que su alcance apunta esencialmente a la postura y la eficiencia profesionales. Por eso, al margen de este trabajo, se recomienda más que encarecidamente que cualquier profesional invierta en un marco de desarrollo personal para resolver sus propias dificultades. ​ Asimismo, si bien la supervisión no es formación propiamente dicha, sigue siendo un espacio abierto a intercambios temáticos.

 

A diferencia de lo que ocurre en la formación, el contenido teórico que surge en la supervisión siempre permanece estrechamente vinculado al material clínico proporcionado. Es posible así profundizar en muchas nociones vinculadas al ejercicio de la profesión de ayuda como: ​

· Ética y conducta profesional,

· El encuadre (su naturaleza, su función y la forma de instalarlo),

· La importancia de la alianza,

· Aspectos relacionales (transferencia, contratransferencia y frecuentes trampas defensivas),

· Todo lo relacionado con la postura, tanto a nivel de conocimientos como de habilidades interpersonales,

· Y en general, cualquier aspecto vinculado con las aportaciones de la “psicología” y la psicopatología para uso de los acompañantes.

 

Entonces… ¿Individual o colectivo?

bottom of page